LAS ARENAS DESNUDAS
Elsa De La Cruz Tomás
Dolorosas y cándidas arenas.
Grasa sedosa en los rayos escasos. Suficientes.
Julián llega.
En un momento de éxtasis
Sus ojos agrios se abren;
son duros
pero parecen uvas,
quieren hablar pero parecen prisioneros
es que a veces siento
su mirada peregrina sin rumbo.
Cuando está de perfil
me parece más duro
su nariz aguileña siempre parece estar seria
al igual que sus labios fruncidos
como si estuviera aguantando una maldición.
Su cuerpo
otrora calidez y semen
ahora es marmóreo y lacónico
y semen.
Piensa ahora
como lo pintarías tú
que nunca lo haz sentido,
sigiloso dentro de las sábanas
que casi nunca lo cubren
porque él las apaga.
Cuando caminas por la playa
y tus pies sienten a la arena
entonces comprenderás
como se siente rozar su cuerpo,
su cuerpo serio
tan suave y doloroso.
se esparce, desaparece
y amontona.
Así es el cuerpo de Julián.
Así es el cuerpo de las arenas.
