Siempre pensé que a los 27 todavía sería la chibola que dibujaba en boletos de micro y no me equivoqué todavía dibujo a la luna, pero ahora en una agenda de profesora.
Siempre pensé que a los 27 todavía me esperarían mis gatos sobre el sillón azul y no me equivoqué todavía duermen la mona con sus ojos brillantes, pero ahora comparten el sillón con tus peluches.
Siempre pensé que a los 27 todavía estaría sola y no me equivoqué: Estoy sola, pero ahora ya no me importa porque estoy contigo.
Siempre pensé que a los 27 todavía me esperarían mis gatos sobre el sillón azul y no me equivoqué todavía duermen la mona con sus ojos brillantes, pero ahora comparten el sillón con tus peluches.
Siempre pensé que a los 27 todavía estaría sola y no me equivoqué: Estoy sola, pero ahora ya no me importa porque estoy contigo.
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